A pesar del logro que representó la Convención sobre los Derechos específicos de los niños de 1989, los derechos de los niñes siguen siendo infringidos en el mundo. Con el fin de enseñar hasta qué punto es importante protegerlos y luchar contra su violación, Claudia Romagnoli. E creó este juego pedagógico llamado «31 minutos».
El concepto : niñes encerrados en el seno de la fábrica Peláez intentando expulsar al Tío Pelado y sus guardianes, contando con la ayuda del héroe Calcetín con Rombosman y sus amigues, ese es el objetivo principal del juego. Para lograrlo, los alumnos del taller convertidos en los protagonistas encerrados tienen que pasar por diferentes espacios : espacios que van a generar discusiones y reflexiones sobre este tema de los derechos humanos pero también y sobre todo sobre la manera de luchar contra su constante violación.
El juego se organizará en un clima de respeto y de escucha considerando la posible sensibilidad de algunes niñes que han podido vivir estas situaciones denunciadas.